la IA como ventaja competitiva sostenible

Xabier Zuazo, CEO para Latinoamérica de TIMIA


La inteligencia artificial dejó de ser una promesa del futuro para convertirse en una herramienta estratégica del presente. Sin embargo, entre la expectativa y la realidad, muchas organizaciones aún luchan por convertir sus iniciativas de IA en valor tangible. ¿Qué diferencia a las empresas que logran escalar y generar impacto real? Para responder a esta y otras preguntas clave, Prensario TI habló con Xabier Zuazo, CEO para Latinoamérica de TIMIA, una consultora especializada en transformación digital y adopción responsable de inteligencia artificial. En esta entrevista, Zuazo comparte su visión sobre cómo las organizaciones pueden evitar los errores más comunes, generar un verdadero retorno de inversión y construir una ventaja competitiva sostenible a través de la IA.

¿Cómo pueden las empresas asegurarse de que la adopción de inteligencia artificial vaya más allá de una tendencia tecnológica y realmente genere valor estratégico y sostenible?

La clave está en entender que la IA no es un fin en sí mismo, sino un medio para transformar el negocio. En TIMIA tenemos claro que la IA por moda no tiene sentido. Su uso e implementación deben ser responsables y coherentes con las necesidades del negocio y su estado de madurez. La IA solo genera valor cuando está alineada con la estrategia corporativa, con objetivos claros y medibles. Para lograrlo, es fundamental contar con una hoja de ruta que conecte datos, tecnología y negocio; establecer una gobernanza sólida sobre la calidad y el uso de la información; y medir el impacto más allá de la eficiencia, incorporando variables como innovación, experiencia del cliente y sostenibilidad

Desde su experiencia en TIMIA, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen las organizaciones al implementar soluciones de IA, y cómo pueden prevenirse?

El error más frecuente es abordar la IA como un proyecto aislado o como una moda tecnológica, sin vincularla con la estrategia. Otro error habitual es subestimar la importancia de la calidad y gobernanza de los datos: sin una base sólida, cualquier modelo pierde efectividad. También vemos que muchas empresas invierten solo en talento técnico, dejando por fuera la formación transversal que permite al resto de la organización comprender y usar la IA. Para prevenir estos fallos, recomendamos partir de un diagnóstico de madurez tecnológica, definir una gobernanza clara y asegurar procesos de formación que involucren a todos los niveles de la empresa

La ética y la transparencia son temas cada vez más relevantes en el uso de IA. ¿Qué prácticas recomienda para garantizar un desarrollo y uso ético de estas tecnologías en las empresas?


En nuestra organización creemos que toda adopción de IA debe estar guiada por cuatro principios:

1. Transparencia, para garantizar que los modelos sean comprensibles y auditables.

2. No discriminación, mediante mecanismos que detecten y corrijan sesgos.

3. Consentimiento informado, especialmente en sectores sensibles como salud y finanzas.

4. Gobernanza clara, con roles y responsabilidades definidos.

Estas prácticas no son opcionales: son la base para generar confianza en clientes, reguladores y en la sociedad en general.

¿De qué manera el alineamiento entre la estrategia corporativa y las iniciativas de inteligencia artificial puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto?

Cuando la IA se implementa desconectada de la estrategia, suele quedarse en pilotos que no escalan o en proyectos que no generan retorno. En cambio, cuando se integra desde el inicio con los objetivos de negocio, se convierte en un catalizador de competitividad y crecimiento. En nuestra compañía trabajamos con un principio claro: cada iniciativa debe tener indicadores de impacto definidos desde el diseño. Eso permite medir resultados, ajustar con agilidad y asegurar que la IA sea un habilitador de la estrategia, no un accesorio tecnológico.

¿Qué criterios deberían tener en cuenta los líderes empresariales al evaluar la viabilidad y pertinencia de una solución basada en IA?

Los líderes deberían considerar al menos tres criterios clave:

1. Alineación estratégica: que la solución responda a un objetivo concreto del negocio.

2. Madurez tecnológica y cultural: evaluar si existen los datos, la infraestructura y el talento para soportar la solución.

3. Impacto y sostenibilidad: medir no solo el beneficio inmediato, sino cómo la solución aporta a largo plazo en innovación, eficiencia y experiencia del cliente.
En TIMIA ayudamos a que las organizaciones evalúen estos criterios antes de invertir, asegurando que cada proyecto sea viable, ético y escalable.

¿Cómo se puede medir el retorno de inversión (ROI) real de una implementación de IA, especialmente cuando se trata de procesos complejos o de largo plazo?

El ROI en IA no debe limitarse al ahorro de costos o la eficiencia. Proponemos una visión más amplia: medir cómo la IA impulsa la innovación, mejora la toma de decisiones, fortalece la experiencia del cliente y crea nuevas oportunidades de negocio. Para ello, cada proyecto debe arrancar con indicadores de impacto definidos y realistas, que se puedan monitorear de forma continua. Además, aplicamos metodologías ágiles que permiten entregar resultados tempranos y demostrar valor desde etapas iniciales, incluso en procesos de largo plazo.

¿Qué papel juega la cultura organizacional en la adopción efectiva de la inteligencia artificial y en la construcción de una ventaja competitiva a partir de ella?

La cultura es probablemente el factor más decisivo. Según McKinsey, las empresas que logran escalar soluciones de IA con éxito son aquellas que transforman sus modelos operativos, gestionan activamente el cambio cultural y promueven una mentalidad de aprendizaje continuo. En TIMIA lo vemos todos los días. La IA no es sólo tecnología, es un cambio en la forma en que se toman decisiones y se entiende la información como activo estratégico. Fomentar una cultura de colaboración, formación transversal y apertura al cambio es lo que realmente convierte a la IA en una ventaja competitiva sostenible.

La inteligencia artificial tiene el potencial de ser una de las palancas más poderosas para el crecimiento empresarial, pero solo si se adopta de manera estratégica, ética y alineada con la cultura organizacional. Como lo destaca Xabier Zuazo, CEO de TIMIA para Latinoamérica, la IA no debe verse como una solución mágica ni como una tendencia de moda, sino como un habilitador de valor a largo plazo. Para lograrlo, es necesario pensar más allá de la tecnología y poner en el centro a las personas, los datos y la estrategia. Solo así será posible convertir la inteligencia artificial en una verdadera ventaja competitiva sostenible.

Quiero Suscribirme y recibir información

Al completar este formulario, aceptas que los datos proporcionados podrán ser utilizados por Prensario TILA para enviarte noticias, novedades editoriales y comunicaciones comerciales propias, así como información de nuestros clientes y socios. Tus datos serán tratados de forma confidencial y podrás solicitar en cualquier momento la modificación o baja de nuestras listas de contacto.