El año 2021 termina marcado por dos grandes máximas: la expansión de la vacunación y la recuperación de la economía mundial – ambas, por supuesto, muy relacionadas. Con el mundo cada vez más inmunizado – pero siempre manteniendo las medidas sanitarias establecidas por cada país – el consumo naturalmente aumenta y todos los segmentos de la economía ganan confianza para retomar los negocios a niveles más cercanos o incluso superiores a los registrados hasta el primer trimestre de 2020, pre-pandemia.
Sin embargo, este escenario optimista aún no es un consenso en Colombia. Según un estudio global realizado por el instituto Ipsos, el 90% de los colombianos cree que la recuperación económica del país tardará más de dos años para concluirse, solo atrás de Rusia (91%). Solo el 1% de los encuestados cree que la recuperación se ha completado y el 9% cree que este proceso llevará un año más.
Pero con las expectativas del mercado en alta – algunas instituciones internacionales estiman un crecimiento de hasta un 7,7% este año – ¿por qué la percepción por aquí es tan baja? Quizás se deba a los niveles de digitalización y transformación digital del país, que aún están por debajo del potencial del país. No es raro que las pequeñas, medianas e incluso algunas grandes empresas no cuenten con sistemas de tecnología avanzada para su gestión corporativa.
En TOTVS somos optimistas y creemos que los próximos años serán prósperos precisamente gracias a la tecnología. Mucho ya se ha hecho en los últimos 20 meses, pero aún hay un campo muy grande por explorar y llevar a las empresas colombianas a niveles superiores y, en consecuencia, apoyar todo el crecimiento de nuestra economía.
El caso es que la supervivencia de las compañías en Colombia durante la pandemia fue mucho más posible mediante el uso de tecnología corporativa. Todo comienza con el ERP, que organiza la información estratégica de la empresa en un mismo sistema y proporciona una visibilidad completa de la compañía. Ya sean procesos financieros, de compras, de ventas, de RRHH y de almacenamiento. El primer paso fue comprender todos los puntos del negocio para identificar cómo adaptar la operación a las nuevas necesidades de la sociedad.
En un segundo momento, el uso de la computación en la nube y herramientas de gestión de documentos, flujos de procesos y tareas brindó apoyo para que las empresas siguieran operando incluso con oficinas vacías. Estas tecnologías permitieron tanto el mantenimiento de la interacción y los compromisos con los clientes, como la realización del trabajo y las actividades de gestión interna. Todo desde cualquier lugar y con la misma calidad y seguridad que teníamos en la oficina. Incluso con el regreso gradual de las relaciones físicas, este tipo de sistema llegó para quedarse y está ayudando a la reanudación de los negocios.
Para el futuro a corto y mediano plazo, lo que impulsará la recuperación económica de Colombia es la conservación de las buenas prácticas que hemos tenido en los últimos meses junto con la ampliación de la digitalización de las empresas, especialmente con el uso de herramientas de business performance y, para organizaciones tecnológicamente maduras, la Industria 4.0. Son soluciones que aportan inteligencia de datos al core business de las compañías, no solo a las tareas de backoffice. Sistemas que muestran las tendencias de su operación, cambios en el consumo de los clientes y le permiten tener una producción avanzada. El resultado de todo esto: productividad en todas las áreas de las empresas y, en consecuencia, en todos los sectores de la economía colombiana.
La recuperación económica ya está ocurriendo y este crecimiento puede volverse aún más sostenible, rápido y agudo, con el uso de herramientas innovadoras e inteligentes que ya están disponibles. ¿Vamos a emprender este viaje juntos?