Por Ivaldo Pereira, gerente General de TOTVS Colombia
Con el avance de la vacunación y la recuperación del mercado, Colombia ya se encuentra en los niveles de actividad previos a la crisis. Gran parte de los puestos de trabajo perdidos debido a la crisis, ya se han recuperado. Los resultados de la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC) desarrollada por la ANDI – Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – mantiene la tendencia favorable con respecto al crecimiento de la economía tras la crisis generada por la pandemia. Solo en enero de 2022, la producción y las ventas crecieron a tasas superiores al 12%.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la reactivación económica de Colombia tras el año negativo de la pandemia superó las expectativas y llevó al país a crecer más del 10% en 2021; y la buena noticia es que ese crecimiento se mantiene en estos primeros meses del 2022, superando las proyecciones de organismos internacionales y fue mejor incluso que lo anticipado por el propio país, perfilando a Colombia como una de las economías más dinámicas de la región.
Este crecimiento es la ratificación de que Colombia tiene el potencial, si existen las condiciones correctas, para poder generar mayor producción y de poder apalancar el crecimiento del empleo. Refuerzo esta visión porque también confío en el talento colombiano que se levanta más fuerte, y como decimos aquí en TOTVS, creemos en una Colombia que hace.
Estos resultados son mi mejor argumento, ya que han llevado a Colombia a posicionarse a nivel mundial como uno de los países líderes en términos de reactivación económica, ubicándose como el noveno en una muestra de 52 naciones, según el Ministerio de Hacienda. Colombia es un ejemplo en materia de reactivación, gracias a la fuerza del sector productivo y un exitoso plan de vacunación, lo que ha permitido que muchos proyectos que han sido pausados anteriormente, al fin puedan salir del papel y la tecnología nuevamente se muestra como aliada en este proceso.
Los analistas de mercado afirman que, aunque el consumo se desacelerará, la inversión en construcción y las exportaciones crecerá. Para poner en marcha todo esto, es necesario contar con la estructura de gestión y herramientas que posibiliten el atendimiento exitoso y eficiente de esta demanda del mercado.
Ya existen soluciones que ayudan a las empresas a sostenerse en esta ola, sin ahogarse en el intento. Entregando productividad sin sacrificar costos en tareas burocráticas y operacionales.
En el caso de la industria, uno de los motores de nuestra economía, la transformación digital es aún más urgente. Empresas de todos los tipos y tamaños pueden –y deben— beneficiarse de las ventajas que ofrece la Industria 4.0. La combinación de la automatización de datos estratégicos con la aplicación de Inteligencia Artificial (IA) permite identificar puntos sensibles en la operación, oportunidades para ahorrar recursos, predecir posibles riesgos de cumplimiento, anticipar el mantenimiento, adecuar la producción a demandas estacionales, mejorar el uso de materias primas, almacenar y distribuir productos de forma más inteligente.
Cada día surgen nuevas tecnologías que, en ocasiones, pueden asustar al empresario que está recién iniciando en esta nueva jornada de la transformación digital. Pero mi recomendación de siempre es empezar con la sistematización de procesos, generalmente a través de la implementación de un ERP. Por ejemplo, muchas pequeñas y medianas empresas inician su proceso de digitalización con la sistematización de las gestiones tributarias, contables, de compras, de facturación y demás rutinas administrativas.
Por simple que parezca, esto marca una gran diferencia para comenzar a organizar mejor la información de la empresa en esta era digital, algo que dejó de ser una opción hace mucho tiempo.
Si quiere aprovechar al máximo la reactivación del mercado y acompañar esta ola de demanda que se levanta en Colombia, es mejor que –como líder— prepare su negocio para tomar decisiones más rápidas e inteligentes que se traducen en rentabilidad y productividad. No hay tiempo a perder