Madurez Digital
Según el reciente Índice de Madurez Digital de las empresas en Chile 2020 del Comité de Innovación y Tecnología de la Cámara Oficial Española de Comercio en el país y The Valley, casi un 70% de las compañías se ubican en el nivel más bajo de digitalización, es decir, son digitalmente inmaduras. El resto no es mucho más alentador, puesto que apenas un reducido 4% se encuentra en un espectro de mayor madurez.
Dichas cifras dejan en evidencia una realidad que debe prontamente ser cambiada si es que se busca el crecimiento y desarrollo social y económico del país, pues ya está más que demostrado que la digitalización –bien llevada a cabo- puede ser la llave maestra del éxito, de manera transversal a las industrias, empresas y organizaciones de una nación.
Asimismo, este complejo año hemos sido azotados por una pandemia que nos ha reforzado la necesidad de esta digitalización a todo nivel. Por tanto, es momento de plantearse seriamente un plan de trabajo que le permita a ese 70% madurar digitalmente. Para eso es necesario el trabajo conjunto no solo del Estado, sino también de la empresa privada y también de la academia para crear condiciones favorables a la tecnologización, más allá de lo evidente.
La tecnología por sí misma no es suficiente. En la actualidad, cada día se mejoran aplicaciones y surgen nuevas; lanzan avanzados hardware y software para apoyar los procesos de negocios, logísticos, educativos, de medicina, entre mucho otros.
Surgen a la par nuevas tecnologías que, en conjunto, pueden ser la base de un nuevo mundo, como la inteligencia artificial, realidad aumentada y virtual, internet de las cosas, por mencionar un par de ejemplos. Pero nada de eso sirve si detrás no hay voluntad, cultura digital de largo plazo, políticas públicas que favorezcan e incentiven su aprendizaje, enseñanza y aplicación.
Para madurar en lo digital se debe pensar a largo plazo y tener un objetivo como país que ponga en el centro a la tecnología como eje de desarrollo, avance y crecimiento.