Pandemia, el catalizador que impulsó la adopción de la telemetría
La irrupción del COVID-19 no será un simple paréntesis en nuestras vidas. La experiencia de haber visto al mundo completo en cuarentena dejará en estas generaciones y en las futuras, hábitos y modelos de trabajo y consumo que hasta aquí no eran del todo incorporados, ya sea por costos, miedos o simplemente por el tiempo que toma el pasaje de un paradigma a otro.
Lo cierto es que el mundo corporativo atraviesa el desafío de abrazar y desarrollar nuevos modelos de negocios. Incluso, algunas industrias tienen un doble reto de reinventarse, tal como sucede con las de turismo, espectáculos, e incluso aquellas que comenzaban a formar parte de nuestras rutinas como el carsharing. ¿Qué quedará post pandemia?
Sin lugar a dudas, el teletrabajo es uno de los cambios más relevantes que se propiciaron durante el confinamiento, sobre todo en las grandes ciudades, y es una forma de trabajar que llegó para quedarse. Hoy las reuniones virtuales y el home office, son moneda corriente entre quienes trabajan en cualquier organización.
Sin embargo, para que esta modalidad laboral pueda perpetuarse exitosamente en el tiempo, será fundamental contar con la infraestructura y el marco regulatorio que la contenga de forma robusta.
A partir de las nuevas actividades generadas por la pandemia -múltiples tareas ocurriendo en paralelo dentro de los hogares, e incluso industrias que exigen la incorporación de nuevas tecnologías a sus tareas cotidianas para cumplir los protocolos-, surge la necesidad de mayores obras e inversiones que aseguren el acceso a servicios de Internet de calidad, a precios accesibles, en todo el territorio nacional.
Según el CABASE Internet Index de 2019, se necesitaría cuadruplicar la cantidad de torres de comunicaciones existentes para que la calidad de conexión se equipare con los promedios regionales.
Por otra parte, el contar con soluciones informáticas que optimicen los procesos y cuiden la seguridad de los datos es y será clave para sostener el trabajo remoto y brindar respaldo a los nuevos hábitos de consumo -por ejemplo, el e-commerce-. Además de contagiar personas, el COVID-19 tuvo también infectó las redes.
El incremento en la actividad maliciosa durante los primeros meses de la pandemia puso en evidencia la vulnerabilidad de la red. Para enfrentar con éxito esta situación a futuro, los organismos públicos y privados deberán impulsar políticas de seguridad sólidas e integrales.
Una tendencia que crece en la nueva normalidad post pandemia para evitar los aglomeramientos de gente al viajar, es la micro movilidad. Según una encuesta actual de Adecco, el 46% de los trabajadores argentinos evitarán el uso del transporte público al momento de retomar su rutina laboral presencial. En CABA por ejemplo se promueve el uso de bicicletas y monopatines eléctricos para desplazarse.
Soluciones para la economía del bajo contacto
En este entorno, las soluciones basadas en telemetría y en IoT irrumpen en un mercado impactado por el contexto de pandemia para generar cambios. Las tecnologías que propician el bajo contacto impulsarán el desarrollo de la economía para que el mundo laboral siga funcionando, y las soluciones de telemetría serán socias estratégicas para desarrollar aquellas tareas que hoy reciben mucha supervisión in situ, manteniendo el contacto de forma remota, y sin la necesidad de un seguimiento presencial de los temas.
Contar hoy con soluciones para una gestión ágil, sencilla y eficiente de los activos, pone a disposición de las organizaciones, información de valor para la toma decisiones de negocios desde cualquier dispositivo.
Sin lugar a dudas, la pandemia fue el catalizador que impulsó el crecimiento de tecnologías que estaban presente, pero no terminaban siendo adoptadas completamente. Hoy es un hecho que el “Mundo Tele” ya es parte de la “nueva normalidad”. Con el uso de estas herramientas, usuarios y empresas empezaron a ver que no siempre es necesario estar cara a cara para recibir o brindar un servicio de calidad.
Comparado con el resto de Latam y del mundo, el mercado argentino está aún en etapas iniciales en lo que a incorporación de tecnología respecta. Sin embargo, la inversión en IoT y telemetría continúa avanzando, dado que estas tecnologías mejoran los procesos productivos, y les permiten a las organizaciones gestionar de manera remota y eficiente sus activos, impulsando nuevos modelos de negocios.
Nuevos roles, nuevas oportunidades
Transitamos un momento en el que las marcas deben conocer y comprender cada vez más y mejor a sus clientes. Aquellas que lo logren serán las que estén más preparadas para transitar y sobrevivir en el futuro. El incremento en el uso de nuevas (o no tan nuevas) tecnologías, terminó de afianzar la transformación digital de la que tanto se hablaba antes de la pandemia, lo que obliga a las compañías a estar un paso delante de las necesidades del mercado.
El reto de las empresas radicará en ser precisas y efectivas en cada punto de conexión con sus públicos, la experiencia del cliente se volverá aún más esencial que antes. Saldrán fortalecidas de esta crisis aquellas que demuestren: agilidad, resiliencia, empatía, y adaptación.