Claves para invertir en software y mejorar la rentabilidad de las empresas

 

En un contexto de inflación y de pérdida de competitividad, alcanzar la rentabilidad se vuelve un desafío fundamental para las empresas. En este sentido, hay ciertas soluciones tecnológicas que ayudan a mejorar el rendimiento del negocio. Lo importante, es tener en claro que la clave está en tener un adecuado manejo de la información. Actualmente, contar con datos exactos, integrales y oportunos es una condición básica para emprender cualquier proyecto.

 

El contexto económico actual obliga a las empresas a trabajar en pos de mejorar su rentabilidad, sin embargo las medidas que se tomen para eso no necesariamente vienen como consecuencia de ajustes de precio. Lo importante pasa por mejorar la eficiencia, por ello un software de gestión ERP es un aliado indiscutible a la hora de colaborar con el objetivo de bajar costos.

 

Guillermo Vivot, Director General de Softland Argentina, apunta: ‘Con estas herramientas, las empresas hoy día pueden construir un conjunto de escenarios que les permiten no sólo simular el impacto de las diferentes variables de su entorno micro y macro económico, sino y mucho más importante, comenzar a identificar en forma temprana cuáles son en definitiva esas variables de control y rentabilidad. Analizando sus tendencias y ayudándoles a tomar las decisiones correctas en el momento correcto’.

 

Invertir en un software implica además pensar en el negocio a largo plazo, por ello también es fundamental que la herramienta acompañe el crecimiento de la compañía, se adapte a los cambios que ésta sufre, y sea flexible ante cualquier requerimiento.

 

‘Los sistemas de Softland han evolucionado en esta línea y han dejado de ser aplicaciones meramente transaccionales para transformarse en verdaderos sistemas de información. Al diseñar nuestro ERP  nos hemos planteado romper con el paradigma de la concepción de los sistemas como repositorios de información. Nuestra premisa es que la información debe buscar al usuario y no al revés’, concluye.