Socialización: el fantasma del mundo corporativo
Facebook, la red social más importante, ofrece un espacio de entretenimiento, de conexión para la diversión y el encuentro familiar o social general. Otras redes, como mySpace o YouTube, son menos abarcativas, pero también apuntan a promover la difusión de noticias, videos y producciones propias.
Vemos entonces cómo los modelos de interfaz y mecanismos puestos a disposición de los usuarios se orientan claramente a promover las comunicaciones e intercambios que en definitiva mejoren el modelo de negocios de la empresa que provee la herramienta, generalmente publicidad.
Pero hay otros modos de compartir que aprovechan las estrategias de las redes sociales de consumidores, pero que se enfocan en proveer herramientas y modos de vínculo más orientados a la productividad en el espacio del trabajo, ya sea dentro de una organización o en el ámbito de su integración con proveedores, clientes y colaboradores. Son herramientas de relacionamiento de negocios pensadas específicamente para la gestión del conocimiento e interacción entre miembros del mismo equipo de trabajo. Esas herramientas, que incluyen a veces mecanismos de visualización de información de negocios, o incluso integradas a gestión de procesos, son las que hoy permiten apropiarse de los nuevos modos de colaboración de las redes sociales pero enfocadas a los procesos de trabajo.
Eso tiene varias aristas: por un lado, exige que el modelo organizacional soporte sea distinto al más tradicional jerárquico, un modelo de trabajo en equipos, de colaboración y generación de ideas compartidas. Por otro lado, admite el espacio social, como debe ser, pues en nuestro trabajo somos seres sociales que necesitamos vínculos personales más allá de la tarea que tenemos enfrente.
Las redes sociales de organizaciones son un espacio que recién se inicia, diferenciado de las redes sociales abiertas, camino que inició IBM con su Lotus Notes en el pasado, luego SharePoint más adelante, y hoy está abierto a la innovación para nuevos proveedores y modos de pensar esas comunicaciones.
El marco de las redes sociales organizacionales puede ser el canal de toda la comunicación de la empresa, incluso la información transaccional (como trabajo de vinculación y generación de comunidad de trabajo) y también entre personas en el mismo espacio de trabajo, lo que no es menos importante. Para lograrlo, deben tener las siguientes características:
– ser operables desde cualquier dispositivo moderno, PC, Smartphone, tabletas, y desde cualquier navegador.
– tener un modelo de gestión basado en la colaboración de equipos de trabajo, con reglas de seguridad que consideren las alternativas de jerarquía y pertenencia a grupos o empresas.
– ser de gran integrabilidad, customizables por el usuario o administrador.
– tener gran capacidad de búsqueda de información.
– integrar mecanismos de BPM, KB, BI, propios o a través de integraciones transparentes para el usuario.
En un mundo donde el conocimiento es cada vez más el capital más valioso de las organizaciones, la retención, difusión y multiplicación del mismo, y la gestión efectiva de las relaciones humanas asociadas otorgan a este tipo de herramientas un valor cada vez mayor.