Por Rubén Belluomo, gerente Comercial de Infor Cono Sur
Nadie sabe realmente cuando la pandemia terminará y cómo será el mundo laboral después, pero parece casi seguro que sentiremos sus consecuencias y repercusiones por lo menos en una próxima generación. Entre los cambios que hemos experimentado en los últimos 12 a 18 meses se encuentra la modalidad de trabajo virtual, ya sea en formato remoto o híbrida, lo que supone una serie de desafíos para las organizaciones y sus modelos de negocio.
Y es que ciertamente la pandemia del Covid-19 ha sido una oportunidad para demostrar la funcionalidad y los beneficios del “home-office”, además de ser un acelerador de nuevas formas para estructurar las organizaciones, lo que a su vez puede tener grandes impactos a nivel de rendimiento. Según un reciente estudio de la Universidad de Stanford la productividad crece el equivalente a un día de trabajo entero por semana. Lo anterior, cuando se permite a los empleados trabajar desde sus casas, disminuyendo el desgaste de los empleados en 50%. Otros beneficios se vinculan con la importante baja en la solicitud por días por enfermedad, además de la reducción de espacio en oficinas. Dicho cambio puede implicar un ahorro de USD 2000 por empleado.
En paralelo, y una señal que demuestra que este cambio llegó para quedarse, son los datos que nos deja una encuesta de Gartner, la cual reveló que 82% de los líderes de empresas están pensando permitir que los empleados trabajen en forma remota al menos una buena parte del tiempo en el futuro.
De esta forma, en menos de dos años, han surgido la mayoría de las estrategias y políticas para el trabajo remoto, por lo que es claro que si consideramos un modelo a largo plazo se debe pensar una estrategia integral que considere personas, procesos y sistemas.
Una de las consideraciones más importantes al desarrollar una estrategia a largo plazo, es que no es una opción libre de riesgos. A ello se suma que, al evaluar las estrategias potenciales, los empleadores deben mirar cuidadosamente la totalidad del escenario antes de tomar decisiones.
Desde una perspectiva de salud y seguridad, existen consideraciones importantes que deben tenerse en cuenta. Una de ellas es la introducción de la norma ISO 45003, que ya se está implementando en algunos países, con lineamientos para la gestión psicológica y de seguridad en el trabajo para la identificación de riesgos en esta línea.
Esta norma se introduce reconociendo principalmente el hecho de que, a pesar de la flexibilidad del trabajo remoto, muchos empleados que tradicionalmente trabajaban desde la oficina se encuentran estresados realizando calls y reuniones virtuales en medio de responsabilidades y demandas domésticas, volviendo difusa la división y el equilibro entre el trabajo y el hogar.
Además, desde la perspectiva del empleador, hacer el seguimiento y la gestión del potencial estrés y de la salud mental asociada, resulta crucial para lograr personal virtual feliz, motivado y exitoso, como también para impactar en forma positiva la rentabilidad. Los innovadores del sector están cada vez más focalizados en los nuevos riesgos de salud y seguridad del personal virtual, implementando estrategias creativas que optimizan la productividad minimizando riesgos.
Lógicamente, las estrategias varían de empresa a empresa, pero muchas se están volcando a la tecnología como punto de comienzo, usando los módulos de salud y seguridad para saber en tiempo real la salud de personal, haciendo el seguimiento de tendencias y patrones, y destacando los temas potenciales que pueden requerir mayor atención. Considerando la distancia del empleado de la oficina, las ausencias debido a enfermedad y citas médicas, se puede establecer un perfil de cada empleado. Además, combinando esto con analytics de Microsoft, que brindan visibilidad de las horas laborales, tiempo de reuniones y cantidad de emails enviados, se puede establecer si es necesario una intervención.
Este tipo de sistema puede también extenderse para ayudar a identificar si los empleados son adecuados para un trabajo remoto a largo plazo. No es algo que aplica para cualquiera, muchas personas trabajan más productivamente y son más creativas en una oficina. Reconociendo este principio fundamental, es que las empresas utilizan análisis de talento predictivo para identificar los perfiles y así conocer mejor el comportamiento de cada persona dentro de la organización.
Para muchos, los días de jornada completa en la oficina ya son cosa del pasado y serán cada vez más las organizaciones que instalen totalmente el trabajo remoto o híbrido. Una estrategia que supone también muchos desafíos, como programar creativamente los tiempos para lograr distanciamiento, espacios de trabajo más grandes y sistemas de filtración mejorada deben ser parte del plan. También, resulta crucial cumplir o comenzar a tener en cuenta lineamientos de gestión de la seguridad y salud en el trabajo, así como reconocer la importancia de contar con la tecnología adecuada para monitorear, resaltar y generar procesos óptimos en la gestión de los recursos humanos.
El futuro de trabajo ya llegó y los empleadores ya están finalizando las estrategias para lograr el mayor performance disminuyendo riesgos, y asegurando el talento que se necesita en la economía volátil de los próximos años.