Por Wilson Mendieta, gerente General Novasoft SAS
2021 fue el año de la reformulación. De acuerdo con la consultora IDC, este año sirvió para reinteriorizar las lecciones aprendidas en 2020, cuando la mayoría de sistemas productivos en el mundo estuvieron en jaque. Sin embargo, no todo estuvo perdido; los recursos tecnológicos se potenciaron en el escenario empresarial, permitiendo que las compañías mantuvieran en gran medida sus rendimientos de antaño. El resultado es llamativo: las empresas hoy visualizan en las diversas soluciones tecnológicas y digitales aliados indispensables para su operatividad, fomentando así la Industria 4.0.
Se trata de una macrotendencia regional. Los empresarios ya conocieron de primera mano los beneficios competitivos de las diversas soluciones tecnológicas, lo que los lleva a continuar fomentando la transformación digital en sus respectivas compañías. Un estudio del Boston Consulting Group lo corrobora: el 85% de las organizaciones en América Latina planea seguir invirtiendo en temas de apropiación y equipamiento tecnológico, aún después de que la pandemia haya sido contrarrestada.
Así las cosas, en este panorama caracterizado por una amplia demanda de soluciones tecnológicas y digitales, resalta el protagonismo de innovaciones como el software de gestiónempresarial que, en los últimos años, ha demostrado sus facilidades en torno a la potencialización de los recursos logísticos y operativos; la monitorización periódica de determinadas tareas cruciales y la organización de los deberes, tanto individuales como grupales, que hacen parte de la rutina diaria de una compañía.
Una oportunidad para tener estructuras organizacionales más eficientes
En términos generales, el software se convirtió en la prueba irrefutable del alcance beneficioso de la tecnología llevada a los entornos empresariales. Sin embargo, aunque sus principales beneficios se visualizan a nivel de gestión informática, el software también permitió catapultar dentro de las empresas estructuras organizacionales más flexibles, dinámicas y monitorizadas, basadas principalmente en el cooperativismo y la resiliencia logística.
Algunos recordarán el modus operandi de las compañías tradicionales; eran organizaciones con estructuras rígidas en las que los diversos departamentos operaban de manera analógica, sin integridad ni relacionamiento. Lo anterior impedía, por ejemplo, que las juntas directivas tuvieran soportes sólidos para tomar decisiones acertadas sobre el crecimiento corporativo, pues no contaban con las herramientas que permitieran crear informes exactos sobre la trazabilidad operativa de las distintas áreas, entre otras facilidades.
No obstante, con la irrupción de innovaciones como el software ERP, las compañías pudieron desarrollar estructuras organizacionales más resilientes y flexibles, en las que el dato y la información se convirtieron en los activos fundamentales de la gestión operativa. Con estos insumos, por ejemplo, se les permitió a los líderes estructurar sus equipos con base en sus habilidades potenciales, identificando a lo largo de la cadena operativa las brechas que debían ser remediadas para ser más competitivos.
¿El resultado? Compañías con un soporte tecnológico eficiente que les otorga completa monitorización sobre sus diversos departamentos y les permite gestionar de manera más acertada no solo activos físicos, sino capitales fundamentales como el humano. Esta ha sido una facilidad muy aplaudida por áreas como las de Recursos Humanos, comprendiendo su gran relevancia en torno a la búsqueda, cuidado y promoción del valioso músculo laboral.
Aunque el acceso a este tipo de soluciones es muy abierto, vale la pena mencionar que las empresas deben priorizar el software que les garantice ventajas en términos de rapidez, eficiencia y seguridad. Además, las soluciones de software en la nube permiten, entre otras cosas, almacenar información confidencial de la compañía de manera segura, evitando la peligrosa intrusión de hackers que vulneren el sistema y pongan en peligro a la organización en términos reputacionales y operativos.
Como se ha visto, la adopción masificada de soluciones como el software en entornos empresariales se convirtió en una prioridad para los líderes de negocio. Este nuevo paradigma, además de derivar en ventajas operativas, involucra una transformación organizacional en la que las estructuras corporativas se tornan más flexibles, dinámicas y autogestionadas gracias al aporte sustancial de innovaciones donde la clave es el software.