Argentina: el desafío del país más conectado de América Latina
En el terreno digital de la Argentina el mayor desafío a enfrentar es satisfacer la creciente demanda de calidad en las telecomunicaciones. Por ello, es oportuno analizar la disponibilidad de la infraestructura y los recursos, y la viabilidad tecnológica para ampliar su alcance.
Durante los últimos años, el sector de las telecomunicaciones fue una de las fuerzas motrices de la economía en la Argentina y América Latina, que generó un círculo que sirvió para generar flujos de inversiones y acuerdos empresariales. El informe dado a conocer en septiembre 2016 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que reveló que la Argentina es el país más conectado de América Latina, con un 69,4 por ciento de la población con acceso directo a Internet, es decir 30.131.227 personas.
Es de público conocimiento que el advenimiento de la banda ancha logró una comunicación aún más rápida, al igual que un desarrollo exponencial cuyos números crecen de manera singular: Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en el primer trimestre de 2016 se registraron 16.112.070 accesos residenciales a Internet, mientras que en el segundo trimestre, se contabilizaron 16.321.119 de accesos a hogares. Estos datos, tienen mayor claridad si se contrasta con los números de septiembre de 2014, 13.366.561 accesos también en casas de familia.
La Argentina no está sola. El servicio de fibra óptica al hogar (FTTH) se destaca en América Latina como la tecnología de acceso de mayor crecimiento, que ha alcanzado este año 5.1 millones de conexiones, de acuerdo a la información del Consejo FTTH.
La demanda del servicio simétrico de banda ancha – la misma calidad de subida que de descarga – es cada vez mayor, por lo cual es necesario incentivar su desarrollo, ya no solo del acceso vía empresas, sino especialmente de las fibras ópticas hogareñas.
El sector de las telecomunicaciones tiene un gran potencial que necesita ser más explorado en América Latina. Nuestros países poseen un territorio vasto, aún con una baja penetración de banda ancha, lo cual brinda oportunidades de negocios. En tal sentido, las fibras ópticas son cada vez más accesibles, lo que hace posibles las inversiones de importantes carriers, al igual que de proveedores medianos y pequeños. Los servicios son variados y las posibilidades virtualmente infinitas. Por lo cual es aconsejable que las empresas profundicen su visión de la innovación mediante la conexión de “gente + negocios”, que a su vez reducirá distancias, operación y costos de instalación.
No es casualidad que el presidente de Arsat, una de las empresas de vanguardia de la Argentina, Rodrigo de Loredo, destacara recientemente en el Consejo de las Américas que el gobierno argentino tiene la posibilidad de elevar a un 20 por ciento la penetración de fibra al hogar (FTTH), desde el módico 2 por ciento actual.
En aquel encuentro en Nueva York, Loredo destacó que en la Argentina existen alrededor de 15 millones de enlaces de Internet, de los cuales 60 por ciento son ADSL, un 30 por ciento, cable módem y el resto son las conexiones FTTH. Esto significa que aquel 2 por ciento solamente equivalen a 300.000 hogares.
Para los países de América Latina vale tener en cuenta los consejos de un economista austríaco, Joseph A. Schumpeter, que en el siglo pasado avizoró: ‘En la naturaleza de las innovaciones está implícito el vértigo de emprender grandes cambios. El mejor camino para que una nación se proyecte mejor en el futuro es que definitivamente asuma que sólo innovando podrá alcanzar a los países más prósperos’.
Por lo tanto, innovación, tecnología y bienestar son parte de la misma ecuación que necesitan imperiosamente los países de América Latina.